El pez diablo en Bacalar ya no es solo un rumor: científicos encontraron una hembra con huevecillos en el Cenote Negro, lo que significa que esta especie invasora ya empezó a reproducirse dentro de la laguna.
El descubrimiento levantó las alertas porque esta criatura sudamericana no solo es resistente… también es destructiva.
Este pez, de nombre científico Pterygoplichthys, tiene la capacidad de poner hasta 3,000 huevos por ciclo, y lo peor es que sobrevive hasta tres días fuera del agua, lo que complica su control.
No es cualquier especie: erosiona los suelos, enturbia el agua y se come los huevos de otros peces, haciendo un desastre con todo lo que toca.
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Pez diablo en Bacalar: ¿por qué preocupa tanto?

Lo preocupante no es solo su presencia. Este animal daña directamente los estromatolitos, estructuras milenarias que hacen tan única a Bacalar en el mundo.
También afecta a la pesca local y, por si fuera poco, puede poner en jaque el turismo con su capacidad de cambiar por completo la apariencia de la laguna turquesa.
Vecinos de Altos de Sevilla capturaron uno hace unas semanas en una aguada que conecta con los ríos Grijalva y Usumacinta.
Todo indica que el pez pudo llegar a través de estas corrientes estacionales, y si ya está en las aguadas y cenotes… su expansión solo es cuestión de tiempo.
Las autoridades y científicos no se están quedando de brazos cruzados.
Están pidiendo a todos los habitantes y visitantes de Bacalar que, si ven uno, no lo regresen al agua. ¿La instrucción? Captúralo y repórtalo a ECOSUR, quienes están liderando la estrategia para frenarlo.
Bacalar ya lidia con contaminación y turismo sin control. Si no se actúa pronto, el pez diablo puede convertirse en el golpe final para un ecosistema que está al límite.