El viernes 16 de mayo de 2025, autoridades de la Ciudad de México intervinieron una fiesta clandestina en la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc. El evento se llevó a cabo en un antiguo salón de eventos ubicado en Magnolia 174, propiedad de la “Benemérita Sociedad Mutualista Familiar Unión y Concordia”, una institución que presume ser fundada en 1874. La fiesta reunió a unos 800 jóvenes, en su mayoría menores de edad, sin medidas de seguridad ni protocolos sanitarios.
Fiesta clandestina: usaban ataúdes como hieleras
Uno de los hallazgos más impactantes fue un ataúd forrado con plástico usado como hielera para contener bebidas alcohólicas. Según declaraciones de la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, se encontraron bebidas de todo tipo, como tequila, “azulitos” y cervezas, almacenadas en cajas de cartón bajo las mesas y distribuidas por todo el lugar.
La cocina del lugar también funcionaba como punto de distribución de alcohol. Los asistentes consumían las bebidas en vasos de plástico, mientras el espacio principal se encontraba abarrotado, con un balcón en el segundo nivel, luces decorativas y columnas que daban apariencia de un lugar acondicionado, aunque carente de seguridad.
La fiesta clandestina termino con menores intoxicados
Gracias a múltiples denuncias vecinales, elementos de Protección Civil, Verificaciones y la Secretaría de Seguridad Ciudadana acudieron al sitio y lograron evacuar a los asistentes. Se reportaron cuatro menores con síntomas de intoxicación etílica, tres mujeres y un hombre, de los cuales una joven de 16 años fue trasladada a un hospital.
La fachada del lugar fue acordonada con cinta amarilla, y se colocaron sellos oficiales de la Fiscalía General de Justicia. Un hombre de 51 años, quien afirmó ser el propietario del inmueble, fue detenido y presentado ante el Ministerio Público.
“Se evitó una tragedia”: Alcaldesa Rojo de la Vega
En sus redes sociales, la alcaldesa aseguró que la intervención oportuna “evitó una tragedia”. Informó que además del exceso de alcohol y la presencia de ataúdes, se encontraron extintores caducos desde 1999 y ausencia de rutas de evacuación.
“Lo que encontramos fue aterrador”, señaló la alcaldesa. “Evacuamos, salvamos vidas y evitamos una tragedia”.
Padres de familia acudieron al lugar para conocer el estado de salud de sus hijos. La situación se tornó tensa cuando jóvenes intentaron regresar por sus mochilas, lo que provocó un conato de riña con los policías. Un joven relató que no se pedía identificación para ingresar, solo una pulsera, y que la venta de alcohol era libre.
Las autoridades han asegurado el inmueble mientras continúa la investigación. La Fiscalía determinará responsabilidades legales por la organización de eventos clandestinos y la exposición de menores a bebidas alcohólicas en condiciones de riesgo.
